No sé porqué, pero tenemos como muy interiorizado que hay que estar en las redes sociales, que necesitamos crear contenido constantemente, y que es un deber estar en todas.

Yo debo reconocer que me gustan, me sirven, aprendo, comparto, me ven…. Pero no paso más de media hora o una hora al día en ellas, y desde luego, no espero ningún negocio de ellas.

No sé a quién se le ocurrió decir que las redes sociales traen negocio…. Y ahora es cuando me dices: —A mí me traen negocio, he tenido varios clienten que me han llegado por Facebook o por Instagram. — Meeeeeeekkkkk

Si estiras un poco más, ha habido algo antes de esa red social, seguro.

En mi caso, si te sirve, suele ser gracias a las relaciones públicas, el verme en un evento, en una formación, o mi principal fuente de negocio que son los referidos. Sí, esas recomendaciones que tanto se anhelan en el sector inmobiliario.

Una vez que me conocen o les hablan de mí, ¿cuál crees que es el paso siguiente? pues abrir su navegador y buscar en Google mi nombre. Y ahí aparece mi Google my bussines, que es dónde los que han sido mis clientes, dejan sus reseñas sobre mí (por suerte todas buenas 😉 ).

Esas reseñas son muy importantes, porque son personas que no sólo me conocen, si no que han contratado mis servicios y han dejado sus comentarios para que otras personas que no me conocen, puedan saber que han quedado satisfechos con mi labor.

Y de ahí, sí, saltan a mis redes sociales, para ver un poco más cómo soy. Y si les encaja, puede que me contacten a través de una de esas redes sociales, pero no ha sido esa red la que me ha proporcionado el negocio.